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Una de las respuestas más comunes que escucho cuando se habla de nutrición, ejercicio y comer sano es el trillado:
“Pero me gusta…”
Si le digo a alguien que lleve su comida al trabajo desde la casa lo que usualmente me dicen es:
“Pero me gusta la comida de fast food”
Si digo que deberían incluirse más frutas y verduras me contestan:
“Pero me gusta la carne tanto como respirar”
Si digo “bebe agua” la respuesta que obtengo de muchos es:
“Pero me gusta mi lata de gaseosa”
Y si hablo de que hay que levantar pesas me contestan:
“Pero me gusta la comodidad de mi sillón, no me gusta el ejercicio”
Esta es una manera de pensar lógica… para un niño de cinco años.
¿Desde cuándo algo que “nos guste” valida que tenemos que hacerlo? En un tiempo me gustaba el cigarrillo, y que me hayan gustado tanto nunca validó al cigarrillo como una buena idea o un buen hábito para tener ¿verdad? Encuentro el chocolate como uno de los grandes placeres de la vida, pero que me guste no me da permiso para basar mi alimentación en chocolate de taza, esa definitivamente sería una muy mala idea.
Que algo nos guste no significa que esté bien hacerlo.
Estos de arriba son los ejemplos obvios, pero ¿cuántas veces nos hemos convencido de comer algo que sabemos que es una porquería, o nos hemos salteado un entrenamiento o hemos hecho o dejado de hacer actividades simplemente porque “nos gusta”?
Sin embargo no siempre lo decimos de esa manera. Es más, lo disfrazamos y lo justificamos diciendo “necesito un descanso”, “nadie es perfecto”, “lo hago con moderación” y así.
En realidad la satisfacción inmediata que obtenemos de algo es lo que nos motiva. Pero en la medida en que somos más conscientes de nosotros mismos y de que nos damos cuenta que tenemos la total y absoluta responsabilidad por nuestros actos es que comenzamos a eliminar el factor “me gusta” del medio. Eso es querernos, eso es ser responsables de nosotros mismos. Y lo hacemos y pensamos que el ejercicio no es exactamente la actividad preferida o más divertida que hagamos, pero definitivamente es algo que nos “gustará” en el largo plazo.
¿Quieres ejemplos?
- El gerente de una compañia puede que no le guste encarar nuevos proyectos a los que ya tiene … pero le gusta manejar una compañía y brindar servicios y productos rentables.
- El agricultor que no siempre le gusta estar de sol a sol sembrando y cosechando pero que disfruta de ir al mercado a vender y ganar un buen dinero fruto de tres meses de esfuerzo.
- La persona de 60 años que no siempre quiere comer verduras ni frutas pero que le gusta levantarse cada mañana sin una sonda y sin tener que ver en su agenda a qué médico visitar hoy.
- La persona que ves en la playa con un cuerpo impresionante que no siempre gusta de hacer seis comidas al día pero que le gusta el cuerpo que tiene y que todos giren para verlo.
- El voluntario que no siempre le gusta mostrar una sonrisa en su rostro pero que le gusta ayudar a los adultos mayores en un hogar de ancianos.
- El empresario que no le gusta no tener horarios a diferencia de un trabajo convencional pero que le gusta ganar el doble o el triple de lo que un trabajo regular le da.
- El joven profesional que no le gusta tener que siempre ahorrar el diez por ciento de lo que gana pero que le gusta la idea de tener una casa en la playa dentro de diez años.
- La persona en forma que no siempre le gusta despertarse por las mañanas para salir a correr, pero que le gusta la dosis de energía que esto le da cada día.
La lista puede seguir interminablemente pero creo que entiendes la idea. A las personas exitosas no siempre les gusta parte de lo que hacen, pero definitivamente les gusta el resultado a largo plazo.
Que algo nos guste en lo inmediato no necesariamente es un requerimiento para la gente exitosa. El único requerimiento es que su conducta les acerque los objetivos que realmente valoran sin perjudicar a otros, sin ser poco éticos, etc.
Puede que no nos guste la opción más saludable en estos momentos, pero también puede que nos guste lo que hará por nosotros en el largo plazo. De hecho podemos hacer que nos guste más todo el proceso porque sabemos que están en línea con nuestros más profundos valores. En algún momento hay que salir del pensamiento de niño de cinco años para pasar a ser un adulto racional consciente de sí mismo.
Paga el precio de lo que deseas, y ten cuidado con lo que deseas. Comer sano y hacer ejercicio tiene un precio, no hacerlo también, depende de ti.
Tu Cuerpo Ideal
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Volviéndote anabólico…
Cuando la gente escucha la palabra anabólico muchos automáticamente asumen que se trata de drogas o esteroides. Sin embargo se trata de un término que está relaicionado a algo muy diferente, o que al menos va más allá de las drogas del culturismo.
La palabra anabólico es el adjetivo de anabolismo, que según el diccionario es el “Conjunto de procesos metabólicos de síntesis de moléculas complejas a partir de otras más sencillas”. En términos del culturismo o de ganar masa muscular esto puede significar convertir los aminoácidos en proteínas que conforman las fibras musculares e incrementan el tamaño de los músculos.
El catabolismo, por otro lado, es lo opuesto al anabolismo. En el catabolismo las sustancias más complejas que conforman los tejidos como la grasa y los músculos, son metabolizadas en sustancias más simples como ácidos grasos y aminoácidos respectivamente.
El mundo del músculo está regido por estas dos fuerzas y son ellas las que determinan tu masa muscular. Si el anabolismo es mayor que el catabolismo conseguirás músculos más grandes. Si sucede lo contrario tus músculos se achicarán. Y esto, traducido al mundo del culturismo quiere decir que la batalla debe dominarla el anabolismo. Todo lo demás que se diga sobre ganar músculo estará basado en este eje central.
¿O sea que para tener éxito para ganar músculo es todo lo que tienes que saber? En absoluto. Pero de que debes estar del lado del anabolismo, eso es totalmente cierto. Por supuesto que también dependerá de tus genes, de tu conocimiento y experiencia…
Si eres un tocado por la varita mágica y tienes los genes de los Pro´s es mucho más fácil permanecer en un estado anabólico, pero incluso esto a veces no alcanza. Tu conocimiento y el uso de entrenamientos, dietas y hasta suplementos entran en juego para hacer uso de esa genética.
Por otro lado, si eres lo más lejano a un dotado genéticamente, realmente tienes que saber exactamente lo que estás haciendo. Porque mientras los genéticamente bendecidos con sólo acercarse a hacer las cosas bien conseguirán resultados dramáticos, el resto de nosotros los mortales no podemos darnos ese lujo. Muchos no podemos permitirnos cometer errores si queremos ver cambios dramáticos en la musculatura. Todo, entrenamiento, dieta, suplementos tienen que estar en su lugar.
Tampoco podemos permitirnos el sobreentrenamiento o entrenar por debajo de nuestro nivel. No podemos permitirnos algo menor a una dieta anabólica. Si queremos entrar en el mundo del culturismo DEBEMOS, de manera cuidadosa, deliberada e inteligente acercarnos a la perfección de nuestro potencial para ser todo lo que podemos ser.
Pero esto lamentablemente no es todo. Necesitamos coraje…
Si quieres entrar a competir en las grandes ligas necesitarás un montón de agallas. Si no las tienes no importa cuánto potencial tengas. Si coraje, concentración, dedicación, perseverancia y deseo te parecen demasiado entonces quédate con los muchachos de las máquinas o apunta a otra cosa, lo siento.
Ya te escucho maldecirme y argumentar que has visto a muchos que hacen cualquier cosa menos ser constantes en su entrenamiento, que se toman descansos excesivos entre series y que le prestan un mínimo de atención a sus dietas y suplementos, incluso abusan de sus cuerpos con el alcohol por ejemplo y así y todo triunfan, al menos por un tiempo o a menos que estén tomando esteroides.
Sacando este grupo de gente y a pesar de su potencial (que pueden aprovecharlo o no) si quieres desarrollarte tienes que estar dispuesto a trabajar por ello y a perseverar a pesar del dolor, el cansancio y la frustración. Si no tienes el deseo de triunfar ni la habilidad para pasar por todo ese proceso estarás desperdiciando tu potencial físico. Por otro lado, si lo deseas nada podrá detenerte y serás capaz de llevar tu fuerza y tu físico a su máxima expresión.
Pero incluso si tienes todo lo anterior, de todas formas necesitarás un plan maestro. Tienes que establecer objetivos realistas para tí, planificar tus entrenamientos, experimentar un poco con métodos de entrenamiento y equipamiento, cuidarte de lesiones y si aparecen saber sobrellevarlas, comer bien, evitar abusar de tu cuerpo y sacar ventaja de todo el conocimiento posible que está disponible allí afuera.
Tu plan maestro deberá ser flexible y debe poder medirse. Si las cosas no salen como las planeaste tu plan debe tener un espacio para modificar el entrenamiento, la comida, la suplementación, las preparaciones pre competencia y todo lo que surja en el medio.
Y a pesar de que apuntes a lo más alto, también tienes que ser realista sobre tus capacidades. Entrenar demasiado duro o demasiado rápido puede llevarte al sobreentrenamiento y a la exposición a lesiones innecesarias que rápidamente pueden retrasar tu progreso.
Por lo tanto establece objetivos razonables a corto y a largo plazo. ¿Cuánto quieres pesar dentro de tres meses? ¿Cómo quieres llegar a tu próxima (o primera) competencia? ¿Y qué tal de aquí a un año? ¿Y después? Planifica, ten un plan de acción, ten objetivos y ten una estrategia para lograrlos. Todo ello con realismo absoluto. Y siempre que llegues a un objetivo reevalúalos, analiza tu desempeño y haz todos los cambios necesarios que te llevarán a nuevos horizontes para tu nuevo objetivo.
Pero el anabolismo es sólo una parte de la ecuación. Otra parte es el descanso, conseguir el suficiente sueño y mantener un estilo de vida razonable (por ejemplo sin fumar, no beber en exceso y no salirte demasiado ni demasiado seguido de la dieta). Aprender a relajarte y a lidiar con el estrés del entrenamiento y la competición si es lo que eliges hacer también forma parte de tu plan maestro. Que tu esfuerzo sea calculado.
Cuando logres tus objetivos de corto plazo tu motivación subirá hasta las nubes. Luego de todo el esfuerzo y el sacrificio disfrutarás de la sensación de logro que te da el progreso. Mirarás tu entrenamiento y tu dieta con otros ojos y cada vez más todo será más consistente mientras las excusas y los obstáculos se salen del camino.
El resultado de una actitud positiva, la dedicación y el trabajo duro, junto a tu entrenamiento, la dieta y un poco de sabiduría te daran el éxito. Puede que no ahora mismo, pero eventualmente. Simplemente será algo inevitable.
Tu Cuerpo Ideal | Ganar músculo
Se me ocurrió escribir esto por una experiencia que tuve recientemente con un cliente. No quiero extenderme en la historia pero sí en lo que tengo para decir al respecto…
Hace un par de días recibí una orden de Tu Cuerpo Ideal, digamos que fue un viernes por la tarde. Pero sucede que a la mañana siguiente este cliente me pide un reembolso de su dinero. Obviamente que me sorprendió este pedido, no porque nunca haya hecho un reembolso sino por la situación en si ya que ni siquiera te da el tiempo para leer todo el material incluído en menos de doce horas. Al principio se me ocurrió pensar que esta persona estaba abusando de mi garantía, ordenando simplemente mi eBook para quedarse con él gratis. Así que me decidí a preguntarle cuál era el motivo…
Haciendo lo largo corto básicamente me respondió que en una sección en la que hablo del entrenamiento por intervalos (en la que reconozco que había un error de tipeo), mi explicación del tema le daba como que mi sistema “perdía credibilidad”. Al principio me sentí ofendido, a pesar de que luego busqué el error y lo corregí como corresponde, pero me preguntaba ¿cómo era posible que un método perdiera veracidad si ni siquiera lo había probado? Vamos ¡ni siquiera lo había leído con detenimiento! Y con tanto conocimiento, ya que me dió una explicación detallada y bastante técnica de lo que el pensaba ¿cómo es que esa persona todavía seguía buscando maneras de entrenarse y conseguir el cuerpo que tanto deseaba?
Tras mucho tiempo de hablar con clientes y con lectores de este blog que me cuentan sus peripecias y luchas contra su peso, he notado que algunas personas que comienzan un programa de nutrición y ejercicio renuncian facilmente ante el primer “obstáculo” que encuentran. Si perciben la más ligera frustración o desánimo, incluso abandonarán sus grandes sueños y objetivos para cambiar su cuerpo.
Pero por otro lado he notado que algunos, lamentablemente la minoría, NUNCA abandonan. Poseen una constancia feroz y nunca dejan de lado sus objetivos. Estas personas son como un pitbull que se rehusa a soltar un hueso. Mientras más trates de quitárselo, más lo sujetarán y más fuerza pondrán.
Entonces cuál es la diferencia entre estos dos tipos de personas. La ciencia tiene algunas respuestas.
Un aspecto fundamental para lograr el éxito es el concepto que proviene de la PNL (Programación Neuro Linguística): “No existe el fracaso, solo los resultados” O sea que no fallas, simplemente consigues un resultado distinto al que esperabas. Si lo piensas un poco, utilizar este principio puede significar un gran cambio en tu mentalidad, y de hecho es así.
Mucha gente tiene dudas, se pone ansiosa y renuncia, simplemente porque lo que probaron a la primera no funcionó. Lo consideran un fracaso permanente, aunque todo lo que se necesita es un pequeño cambio de actitud, un cambio de mentalidad…
Entonces, por ejemplo en vez de decir “he fracasado al intentar bajar de peso” podrías decir “produje un resultado” y “esto es sólo temporario”. Este pequeño cambio en tu perspectiva cambiará la manera en que te sientes, podrás tomar distancia del resultado, reevaluar la experiencia y probar otra cosa. De hecho estas experiencias nos devuelven información terriblemente invaluable para tomar otro curso de acción sobre lo que queremos lograr en vez de sentirnos abatidos y fracasados. Sobre todo, nos permite seguir actuando y buscando la manera de lograr nuestros objetivos.
TODO tiene que ver con los resultados que consigues, y con cómo interpretas esos resultados.
Es horrible la sensación de no lograr lo que tanto deseamos, pero en realidad lo es sólo si dejas que así sea. Si la dieta que estás haciendo no funciona pues a otra cosa, si el ejercicio no te devuelve los resultados que esperas, pues a otra cosa. No me acuerdo que personalidad de la historia lo dijo, pero si no consigues lo que deseas simplemente encontraste otra manera de no hacerlo. Depende de cómo interpretes los resultados…
Quienes abandonan tal vez lo están haciendo bien, pero llega un estancamiento y su primera reacción es “esta dieta no funciona”, o “tengo una mala genética así que seré gordo/a para siempre”. Otros, llegado el mismo punto de estancamiento se encuentran con los mismos desafíos de quienes abandonan, aunque su manera de reaccionar e interpretar la situación es diferente. “Tuve demasiadas comidas libres esta semana”, o “esta dieta no parece funcionar con mi biotipo”. La reacción, o más bien la respuesta es algo temporario, algo que puede solucionarse, y salen a la búsqueda de esas soluciones.
¿Puedes ver la diferencia aquí? Porque es una de actitud
Quienes ven los resultados negativos como una falla permanente son las mismas personas que se rinden y abandonan fácilmente; y a menudo generalizan su “fracaso” y lo extienden hacia otras áreas de su vida, incluso a las percepciones de autoestima y propia valía. Que la semana pasada no hayas ido al gimnasio y no hayas seguido tu dieta (porque no tenías ganas, o porque tu trabajo/estudio/lo que sea te lo impedía), y que reconozcas esa situación como algo temporario es una cosa. Que a partir de esas circunstancias digas que nunca bajarás de peso o que nunca te pondrás en forma o tendrás una vida sana, es algo completamente distinto. El sobrepeso, la gordura, la grasa es una condición temporaria si se quiere, no eres tu.
Así que mi recomendación es que comiences a ver los obstáculos y los desafíos como algo temporario y valioso, una experiencia de aprendizaje y no como la mejor oportunidad para abandonarlo todo y renunciar, aceptando las cosas y circunstancias de tu vida sin más. Créeme que he estado en esa situación y definitivamente es posible salirse y aprender la conducta de no renunciar. Si algo no te funcionó en el pasado ya lo sabes, aprende, elige otra manera de hacer las cosas y nunca, pero NUNCA RENUNCIES a todo lo que quieres. Hazlo, y tu éxito será inevitable…
Desde hace un tiempo ya, concretamente desde que cambié mi rutina de ejercicios por completo, he logrado cambios sorprendentes. Mi peso ha sido el ideal y mi porcentaje de grasa corporal nunca pasa del 10%. Así que ahora, a mis 32 años puedo decir que estoy en la mejor forma física de mi vida. Claro que no todo es color de rosa, en el medio he lidiado con algunas lesiones, con falta de motivación y con falta de tiempo. Sin embargo eso nunca ha sido un impedimento…
Hacer ejercicio es todo sobre disciplina, es sobre empujar tus límites. Así que para que puedas estar verdaderamente en forma, lo principal es cambiar tu actitud y tus creencias. El fitness no es sólo verse mejor, se trata de desarrollar la confianza y la disciplina que necesitas para ser mejor, estar más sano, tener más energía y mejorar tu autoestima entre otras cosas. Por eso es que quiero compartir contigo estos tips de fitness que te ayudarán a lograr un mejor cuerpo, y en el proceso sentirte increiblemente bien.
Mis tips de fitness
1. Haz algún deporte. Si tienes un instinto competitivo puedo decirte que encontrarás que los deportes (cualquiera, el que más te guste) es una actividad más motivante que el culturismo. Practicar deportes te dará un acondicionamiento físico funcional. Y si no eres bueno/a en el deporte que te gusta entonces ésta es la mejor oportunidad para mejorar llevando tu entrenamiento deportivo al siguiente nivel. Hacer pesas con orientación al deporte te dará una motivación diferente en el gimnasio también.
2. Al diablo con el culturismo. Muchos de los consejos que encontrarás en la web relacionados con cambiar el cuerpo provienen del culturismo. Olvídalos. Es mi opinión que demasiado músculo es poco funcional, en especial los ejercicios que los aíslan. Mi rutina de pesas utiliza los “cuatro grandes” del culturismo para ganar músculo (sentadilla, press de banca, press militar y peso muerto) y nunca, pero nunca utilizo rutinas divididas, a pesar de que a muchos puede funcionarle, razón por la cual también la he incluído en mi libro.
Mi rutina de pesas es una rutina que encuentro completamente funcional y efectiva, se trata de una rutina de cuerpo entero de la que soy un gran fan, así que no voy al gimnasio más de tres veces a la semana, y hasta a veces hago pesas solamente dos días. Personalmente prefiero un cuerpo delgado y marcado, aunque muscular y atlético, al menos es lo que a mi me parece más atractivo. Pero no te quedes con mi opinión, un cuerpo ideal es un concepto muy particular.
3. Haz un montón de ejercicio. Que lo dicho en el punto anterior no te confunda. Hacer ejercicio tres veces a la semana no es suficiente para cambiar el cuerpo. Si quieres cambiar tu cuerpo verdaderamente, entonces apunta a tener un estándar de entrenamiento de 5 o 6 sesiones semanales. Claro que si no compites a un alto nivel, unas 4 o 5 sesiones también estará bien, pero haz el intento de hacer 6. De esta manera, si te pierdes uno que otro entrenamiento en la semana (como a veces lo hacemos todos) aún así habrás entrenado al menos unas cinco veces. Pero ya que comiences a sentir los cambios en tu cuerpo y en tus niveles de energía, te aseguro que querrás ejercitarte todos los días, en cuyo caso cuida de no sobreentrenarte.
4. Dejar de poner excusas. “ayer hice ejercicio”, o “haré ejercicio mañana”, “no he comido bien ultimamente” o “acabo de comer” o “me duele la rodilla” o “estoy cansado”. Yo también solía tener esas excusas. Mi consejo: ¡Ve de todas formas! Si no has comido bien, agarra algo rápido y cómelo en el camino, o si acabas de comer, camina lentamente hacia el gimnasio. No tienes que hacerlo perfecto, simplemente tienes que hacerlo.
5. Olvídate de las artimañas. A todos nos gustan los trucos y las artimañas, y en el mundo del fitness hay un montón. Algunas son una total basura, y otras sólo funcionan para los experimentados. Si eres nuevo o nueva no necesitas artimañas, lo que necesitas es una rutina de ejercicios conservadora, dura e intensa para que te de un estado de fitness básico y para que te acostumbres a dos ideas: la de empujarte a ti mismo hacia nuevos límites, y la idea del dolor (más bien esa incomodidad que da una sensación similar al dolor). Muchas de las artimañas te dirán que puedes ponerte en forma sin un entrenamiento intenso, pero lo que yo digo es que querrás trabajar duro, esa es la manera en que crecerás mental y físicamente.
6. Dejar las excusas (bis). Lo digo dos veces porque es totalmente necesario. ¿No tienes suficiente dinero? ¿No tienes suficiente tiempo? Vende tu playstation, apaga más el televisor y tendrás ambos, tiempo y dinero. Lo digo en sentido figurado, aunque no tanto.
Tus prioridades y/o costumbres determinarán tu éxito en lo que sea que hagas o decidas emprender. Mucha televisión, mucho juego y ya sabes tu futuro de antemano…
7. Come sano. No cambiarás tu cuerpo si te entrenas como vengo aconsejando y tu dieta es a base de piza y hamburguesas con papas fritas. Ningún régimen de ejercicios será completo sin una dieta saludable. Especialmente si tu objetivo es bajar de peso, aunque no exclusivamente, necesitarás observar atentamente tu dieta. Mucha proteína, opciones de carbohidratos saludables, granos y frutas y verduras. Existen un montón de planes de alimentación allí afuera, incluso aquí en mi blog encontrarás varios que te servirán. Y lo que dijimos anteriormente en materia de ejercicio también aplica en materia de alimentación. Nada de artimañanas. Comer sano es simple, así que olvida los trucos y los atajos porque no hay ninguno.
8. Ejercita tu fuerza de voluntad tanto como tu fitness. Si tuviera que elegir un beneficio derivado de la búsqueda del fitness es el fortalecimiento de mi caracter. Hacer ejercicio no sólo fortalece mi fitness, sino mi fuerza de voluntad. El crecimiento y el desarrollo tiene como requisito un poco de dolor y un poco de incomodidad. Crecer, superarse y ser mejor es agotador a veces. Cuando te empujas en un entrenamiento duro o lo entregas todo en un gran partido, entrenas tu mente para empujar más y más sobre los desafíos y los “problemas” de la vida diaria. Te vuelves más fuerte, con más confianza en ti mismo y tu caracter y personalidad se fortalecen. No exagero si te digo que hacer ejercicio y buscar el fitness cambia tu vida, lo ha hecho con la mía…
Tu Cuerpo Ideal
Soy un fanático de las frases inspiradoras, están en mi casa por todos lados, están en mi celular y en mi notebook. Adonde quiera que vaya las llevo conmigo, de hecho son una de las principales fuentes de energía que tengo. Leerlas y repetirlas predisponen a mi mente a actuar de manera positiva. Lo hacen en mis negocios, en las actividades o facetas que quiero mejorar y también influyen cuando hago ejercicio. Verás, en el mundo del fitness, o para bajar de peso o si sólo quieres estar un poco más sano, tener la motivación necesaria para hacer ejercicio es la clave del éxito…
Bueno, estas frases han sido un gran soporte en los momentos que lo he necesitado. Son citas muy famosas y escritas por algunos personajes famosos, otras anónimas, espero que encuentres la inspiración para hacer lo que tengas que hacer.
1. Apunta hacia el progreso, no a la perfección
2. Si quieres que haga algo … dime que no puedo hacerlo
3. Fallas el 100% de los disparos que no das
4. Si no te equivocas realmente no estás intentándolo
5. Vivirás más una vez que te des cuenta que cualquier tiempo en que no eres felíz se desperdicia
6. La fuerza no proviene de la capacidad física. Proviene de una voluntad indomable
7. Casi siempre la motivación derrotará al puro talento
8. Prefiero ser un fracaso en algo que disfruto que un éxito en algo que odio
9. La energía y la constancia conquistan todo.
10. Nada grandioso se ha logrado sin entusiasmo
11. Ningún acto de bondad, por más pequeño que sea, se ha desperdiciado
12. Locura: hacer lo mismo una y otra vez y esperar resultados diferentes
13. La habilidad significa de lo que eres capaz. La motivación determina lo que haces. La actitud determina qué tan bien lo haces.
14. La motivación es lo que te hace empezar, el hábito es lo que te hace seguir.
15. He fallado más de 9000 tiros en mi carrera. He perdido casi 300 partidos. 26 veces se me ha confiado el tiro ganador y he fallado. He fallado una y otra vez en mi vida. Y es por eso que tuve éxito - Michael Jordan
16. El miedo es lo que te detiene … el coraje lo que te mantiene haciéndolo
17. La linea de llegada es el principio de otra carrera
18. La diferencia entre un objetivo y un sueño es el plazo.
19. Sólo hazlo - Nike
20. En la búsqueda de la felicidad para otros encontrarás la tuya.
21. El secreto de mantenerse adelante es comenzar
22. No es quien eres lo que te retiene, sino lo que piensas que no eres.
23. La suerte es prepararse para el encuentro con la oportunidad
24. Nunca es demasiado tarde para convertirte en lo que tienes que ser.
Tengo que confesar que durante mucho tiempo no entendía las razones por las que me esforzaba tanto con mis sesiones de ejercicio y mi cuerpo no cambiaba. Lo daba todo, iba al gimnasio a poner lo mejor, mi mejor empeño, salía a correr, andaba en bici, llevaba un estilo de vida muy activo pero no notaba cambios significativos, al menos no como los que yo quería.
No fué hasta que entendí que hacer ejercicio por sí sólo no es suficiente. Comprendí que si quería llevar mi cuerpo al siguiente nivel tenía que hacer algo más, y tenía que hacerlo con mi mentalidad, pero también tenía que hacerlo con la comida. Así que esto es lo que aprendí . . .
Si incorporaba habitos alimenticios de los buenos mi cuerpo cambiaría
Estos son buenos habitos alimenticios a desarrollar para conseguir un mejor cuerpo:
Quemando calorías. La receta para una buena nutricion y salud
Para comenzar, debes quemar más calorías de las que comes si quieres perder grasa. Punto.
La regla básica sobre el control del peso es que DEBES quemar más calorías de las que consumes cada día, cada semana, y cada mes. O sea que no importa si tu comida es saludable, o integral o lo que sea. Si comes de más engordarás, es tan simple como eso. La cantidad total de comida que comes, sin importar el tipo de comida que sea, debe ser menor que la cantidad de calorías que tu cuerpo quema cada día.
Por el contrario, si lo que quieres es ganar músculo y peso de calidad, entonces debes contar con una estrategia para comer más comida cada día, cada semana, cada mes.
Pero déjame decirte algo aquí: no puedes dejar de comer y esperar perder grasa, como tampoco puedes comenzar a comer como loco(a) si quieres agregar peso de calidad. Los buenos habitos de alimentacion no tienen nada que ver con esto
Controlando tu metabolismo
Concéntrate en dar los pasos correctos para controlar tu metabolismo. La clave para un manejo efectivo del peso es un metabolismo regulado. Cualquier persona, sin importar cuáles sean sus objetivos, puede conseguir mejores resultados si aprenden a manejar y regular su metabolismo.
Si quieres perder grasa corporal, hacerlo no tiene nada que ver con dejar de comer o recurrir a dietas extremas. Si quieres ganar masa muscular, no trata sólo de comer a más no poder. O sea, tengas el objetivo que tengas, trabajar con tu metabolismo es una obligación si quieres hacerlo bien. Y un buen metabolismo viene añadido a habitos de alimentacion saludables.
Las comidas pequeñas y más frecuentes dispersas a lo largo del día ayudan con esta tarea. Deberías organizar tus comidas cada dos o tres horas y empezar a comer apenas te levantas. Las pesas y el cardio también ayudan a regular tu metabolismo.
Muchos piensan que nada tiene que ver el metabolismo con los cambios que uno busca. Pero si te concentras en mejorarlo por medio de comidas estratégicamente distribuidas, de ejercicios de fuerza y de entrenamiento cardiovascular, y lo haces durante días, y luego durante semanas, eso definitivamente mejorará tu cuerpo en la medida que pase el tiempo.
No existe la dieta perfecta
Deja de buscar la dieta perfecta porque no existe. La gente se distrae mucho buscando dietas cada vez más fáciles, menos dolorosas y que requieran menos disciplina que los programas en los que actualmente se encuentran. Si la dieta no funciona tan rápido o tan efectivamente como ellos esperan, la culpa es de la dieta y no de sus estándares o espectativas.
Una misma dieta puede funcionar de distintas maneras para distintas personas, ninguna dieta funciona igual para dos personas. Además está el hecho de que algunas se concentran más en la carne, otras en las frutas y las verduras, incluso algunas son tan extremas y poco saludables que eliminan un grupo de alimentos de raíz.
Ya sea por características o por tus propias preferencias, deberías dejar de pensar en hacer dieta como la base de tu alimentación. Un enfoque menos drástico pero a la vez más integral puede ser la solución para ti.
Por último, no quisiera bajar tus estándares, pero objetivos realistas y un compromiso que apunte principalmente al largo plazo es lo que usualmente reporta mejores resultados, y más duraderos. Por eso mi recomendación para que te concentres en desarrollar una buena relación con la comida y la manera en que comes.
Mantenlo simple, a menudo un buen habito alimenticio es el más simple de todos
Mantén tu alimentación bien simple. Muchos ponen cantidades de pensamiento y esfuerzo en decidir qué tipo de comidas consumirán durante la próxima comida que les toca.
En mi opinión, hacerlo convierte algo simple en algo demasiado complicado. Mientras más complicado hagas tu programa nutricional menores serán las posibilidades de seguirlo. Si tengo que recurrir a un libro o buscar la información nutricional exacta por cada comida que pienso incluir en mi cena, entonces estoy convirtiendo una tarea increíblemente simple en algo descomunal.
Cuando se trata de comer lo que hago es mantenerlo tan simple como puedo. Por ejemplo sé que tengo que comer proteínas, carbohidratos y grasas en cada una de mis comidas, eso es todo lo que necesito saber. A partir de allí chequeo en mi cocina, unas rodajas de pan integral para los carbohidratos, una lata de sardinas me darán proteínas y grasas sanas, un par de hojas verdes y listo, tengo un sandwich saludable para la cena. Una pechuga de pollo a la plancha con una ensalada fresca y unas arvejas. Yogurt con cereales y frutas, más un puñado de nueces. Esas son algunas de las comidas que se me vienen a la mente mientras escribo. Como puedes ver, lo simple es lo que me funciona, y lo hace de maravillas!
Sé que comer es uno de los grandes placeres de la vida, pero si estás buscando las maneras de llevar tu cuerpo a lo mejor que puede darte tanto en términos de desempeño como de apariencia, yo personalmente dejaría las comidas elaboradas y suntuosas para un sábado o un domingo, y me inclinaría por lo simple y efectivo durante toda la semana. Trata de ajustar tanto como puedas la manera en que comes de acuerdo a lo que quieres lograr, y mientras más simple sea, entonces mucho mejor.
Es tu obligación estar enfocado(a)
Si quieres conseguir los mejores resultados debes darle a tu dieta TODA LA ATENCIÓN que se merece. Si lo haces me animo a decirte que casi cualquier dieta que implementes sobre una base regular, funcionará para ti.
Sin embargo debes confiar en lo que haces, porque de otro modo no tendrás el compromiso que se requiere.
Muchas personas se dejan confundir fácilmente cada vez que comienzan un plan nutricional. Justo cuando piensas que estás en tu mejor momento escuchas o lees de una nueva dieta “milagrosa” que promete hacer lo mismo que la tuya, pero en la mitad del tiempo. O te enteras de una en la que tienes que hacer totalmente lo opuesto a lo que vienes haciendo!
Incluso si tu dieta está funcionando, puede que dudes si lo está haciendo bien o lo suficientemente rápido, eso es natural …
Pero déjame decirte algo: si te paseas de dieta en dieta ¿cuál es el resultado que piensas que conseguiras? Ninguno. Esa es la verdad, es sorprendente ver cómo la gente cambia su actual manera de hacer las cosas por la semilla de la duda. Si haces esto y te pasas cambiando tu actual manera por otra radicalmente distinta, no sólo que nunca lograrás desarrollar un habito alimenticio saludable para tu cuerpo, sino que ese es el camino más seguro hacia un resultado nulo, garantizado.
Si ya te encuentras en un programa alimenticio, o ya has comenzado una dieta, entonces dale tiempo para saber si funciona. No determines de antemano o en base al último artículo de nutricion y salud que ha salido que lo que estás haciendo no funciona. Si no le das la oportunidad ¿cómo puedes saberlo?
Por eso es importante que vayas evaluando tus resultados periodicamente. Un par de meses puede ser un tiempo prudente para determinar si tu programa actual funciona o no.
Toma el control de tus habitos alimenticios ¡y de tus resultados!
Asume toda la responsabilidad por tus éxitos y tus fracasos. En otras palabras, si no estás consiguiendo los resultados que deseas, está la posibilidad de que seas tu y no tu dieta la que te está retrasando.
No son las circunstancias, ni tus genes, ni el tiempo los obstáculos que se interponen entre tu y tus objetivos. Tu capacidad para hacer lo que tienes que hacer, o descubrir lo que tienes que hacer para superar esos “obstáculos” o presuntas limitaciones es a lo que tienes que sobreponerte.
A menudo escucho maldecir y culpar a las circunstancias individuales o a las características personales por la falta de progreso. Pero si estás realmente comprometido eventualmente encontrarás la manera de superar CUALQUIER obstáculo que se interponga.
Y por favor no te compares. Una excusa común es esta: “¡ellos comen lo que sea y aún así se ven bien, mientras que yo como como un pajarito y gano peso!”
Te repito, no somos iguales, y lo que para algunos puede ser la tarea más fácil del mundo, para el resto de nosotros puede tratarse de una travesía inconmensurable. No tomes tus objetivos en función de la justicia, de si es justo o injusto, busca conseguir lo mejor de ti, y hazlo con las herramientas que tienes. Debes darte cuenta de una vez por todas que Tú determinas la calidad del físico que tienes y del que buscas por las decisiones que tomas y por los habitos alimenticios que tienes. Conseguir el cuerpo que quieres definitivamente tiene un precio, así que págalo.
Mientras más deseable es algo, más alto será el precio. Querer algo y pretender no pagar el precio probablemente signifique que no lo quieres tanto como dices. Y no te hablo de suplementos y membresías al gimnasio, ni de consultas semanales con tu nutricionista amigo. Te hablo de disciplina, constancia, esfuerzo, sacrificio, concentración.
Si no quieres pagar el precio está bien, pero acepta la decisión que has tomado. No culpes a otros ni a tus circunstancias por la responsabilidad que no has tomado. No culpes a tu genética, ni a tu pareja, ni a tu madre que no cocina como tienes que comer. Culpa al hecho de que has decidido no sobreponerte a los desafíos que implicaba lograr lo que querías.
Revisa tus estándares
Si no estás consiguiendo los resultados que quieres entonces necesitarás elevar tus estándares. Puede que necesites hacer un poco más de esto, o un poco menos de aquello.
La elección de comidas, las cantidades, la frecuencia, la intensidad de tu cardio, la frecuencia de tu cardio, las pesas, su frecuencia, son todos factores que están a tu total alcance y control.
Dedícale un tiempo a encontrar la combinación correcta de estos factores que mejor funcionen para ti. Debes determinar quá hacer más y qué hacer menos para que tus desesos se hagan carne en tu cuerpo.
Al tratarse de tu cuerpo, nadie mejor que tú para saberlo. Nunca te bases en nadie más que resuelva tus desafíos por tí. Toma plena responsabilidad por descubrir qué es lo mejor para tu cuerpo, y luego hazlo.
El ejercicio no es un substituto de una buena alimentacion
No trates de compensar tus malos habitos alimenticios con más ejercicio. Más del 75% de la manera en que te ves estará determinada por la manera en que alimentas a tu cuerpo, no por tus manera de entrenar
Puede que erróneamente hayas creído que se puede compensar un hábito de alimentación pobre. Lo siento, no es así.
Me gusta pensar que este tipo de guías da un poco de luz sobre algunos de los temas y sobre las creencias que tenemos con relación al ejercicio y a la comida. Pero solamente dará luz si lo intentas, si el enfoque que le das a la manera de buscar tus objetivos se ve influenciada por estos conocimientos, entonces será efectivo.
Recuerda que un compromiso serio con lo que quieres lograr, la disposición a pagar el precio por lo que deseas y la perseverancia de intentarlo una y otra vez eventualmente rendirá sus frutos. No hay secretos, ni recetas mágicas. Vé por lo que quieres con todo lo que implica hacerlo y lo lograrás, lo demás es cuestión de tiempo.
Tu Cuerpo Ideal | Nutrición y ejercicio
Una gran cantidad de personas que hacen pesas no están contentas con al menos uno de sus grupos musculares. Puede ser cualquier cosa desde pantorrillas poco desarrolladas hasta una pobre simetría y proporción.
Si eres una de esas personas que está confundida sobre cómo conseguir una forma corporal que te guste y un físico balanceado, entonces lee estos consejos para mejorar grupos musculares retrasados y cómo incluir rutinas de ejercicio que contribuyan a mejorar esos grupos musculares.
Cuando te entrenes siempre deberías hacer de cada sesión de entrenamiento una oportunidad para mejorar en vez de levantar hierro sin sentido. Y la mejor manera de mejorar tu físico es fortaleciendo las partes débiles y imbalances musculares con ejercicios para aumentar musculos en esa parte específica y sin descuidar los ejercicios para los otros musculos.
Pero mejorar grupos musculares poco desarrollados también tiene otros beneficios. Uno de ellos es que mejorarás tus levantamientos de otros músculos que ejercites. Si desarrollas mejores tríceps mejorarás tu press de banca por ejemplo. Hasta me animo a decirte que toda tu rutina de ejercicios mejorará al prestarle un poco más de atención a esos músculos rezagados.
En general, si tienes un grupo muscular rezagado, puede que las causas principales sean que no te guste entrenarlo o que te sientas intimidado por el entrenamiento. Un ejemplo son las piernas. ¿Cuántas veces has visto personas que tienen su tren superior bien desarrollado sólo para mirar hacia abajo y ver un par de piernitas? Hacer piernas no sólo que es intimidante, sino que es muy doloroso ya que se requieren sentadillas pesadas para desarrollar ese grupo de músculos. No se pueden desarrollar piernas grandes sólo con extensiones de piernas y curls.
Veamos cuáles son los consejos para recuperar esos grupos musculares:
1. Entrena tus músculos rezagados al principio de la semana. Si quieres desarrollar ése grupo muscular rezagado para que acompañe al resto de tu cuerpo entrénalo al principio de la semana cuando tu motivación y fuerzas están en su pico.
2. Que tus músculos menos desarrollados sean los primeros que ejercites. Para desarrollar ese músculo retrasado colócalo al principio del entrenamiento si tienes dos o tres grupos agrupados (rutina dividida). Al ponerlo al principio de tu entrenamiento te aseguras tu atención completa y toda la fuerza que tengas.
3. Comienza a entrenar ese grupo muscular con ejercicios compuestos. Para sacar lo mejor del entrenamiento comienza tu entrenamiento con un ejercicio compuesto, una rutina de ejercicios que involucre los mayores grupos musculares de esa área específica. Los ejercicios compuestos son los mejores ejercicios para aumentar musculos.
4. Dale a tus músculos una pequeña realimentación durante la semana. Una pequeña realimentación a tus músculos rezagados sería un entrenamiento corto, de muchas repeticiones un par de días después de la sesión principal. Este “entrenamiento extra” será una estimulación adicional sin exponer tus músculos rezagados al sobreentrenamiento. 2 o 3 series de 20-30 repeticiones puede funcionar bastante bien.
Encontrarás que estos simples consejos mejorarán dramáticamente tus grupos musculares retrasados y contribuirán a crear un físico bien desarrollado y equilibrado.
Dale a este entrenamiento al menos 6-8 semanas para ver los resultados. Los cambios no vienen de la noche a la mañana, suceden con un esfuerzo constante y creciente.
Por último, no trates de mejorar todos los grupos de músculos al mismo tiempo, tómate tu tiempo y hazlo con una parte del cuerpo a la vez.
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